Las mejores recetas de croquetas
"No le puedes gustar a todo el mundo, no eres una croqueta", que frase más acertada, pues las croquetas son uno de los poco platos que gustan a todo el mundo. Puede que no te guste una croqueta en concreto, pero como se pueden elaborar con prácticamente cualquier ingrediente, seguro que alguna te gusta.
La base es la misma para todas ellas: una bechamel melosa y sabrosa que irá condimentada con el ingrediente que elijas. Las clásicas son las de jamón, pero las de queso, las de la carne de cocido, o las de pollo también son muy populares.
El cielo es el límite, pues tus croquetas pueden ser como tú quieras: de chorizo, de setas, de gambas, de salmón, de verduras, de carne picada o de calabaza. Y hablando de calabazas, no te pierdas las recetas de crema de calabaza que nos propone la web http://cremadecalabaza.es. No pueden compararse a las croquetas, pero también es un plato delicioso.
Croquetas de pollo
Las croquetas de pollo son un clásico en nuestra gastronomía. Encontramos referencia a ellas en el libro "La cocina española antigua" escrito por Emilia Pardo Bazán y publicado en 1917, donde, aseguraba que las croquetas hechas con pollo o vaca ya eran populares en 1913.
Junto con las de jamón, son las más populares, son, de hecho el plato estrella en muchos de los establecimientos de comida a los que acudimos regularmente.
No menos importante es el hecho de que para muchos niños es su plato preferido. Un plato fácil de hacer y que también encanta a los niños. ¿Qué más se puede pedir?
Ingredientes
- Los restos de un pollo asado ó 3 /4 filetes de pollo.
- Cebolla.
- 1 cucharada de aceite.
- 40 g de mantequilla.
- 40 g de harina.
- 50 cl de leche.
- 3 huevos.
- 100 g de pan rallado.
- Aceite oliva.
- Nuez moscada, pimienta (opcional) y sal.
Pasos para la preparación
Troceamos finamente los restos del pollo, o los filetes de pollo frito.
Pelamos y picamos la cebolla. Calentamos en una sartén una cucharada de aceite y sofreímos la cebolla, a fuego suave, al finalizar añadimos, la carne de pollo, y reservamos. Si hay niños, quizas no les gusten con cebolla, y sea mejor prescindir de este paso.
Si ese es el caso, podemos, sustituir una pequeña parte de la leche, por caldo de pollo, así las croquetas tendrán más sabor, también podemos sofreír el pollo, para que suelte el jugo y podamos potenciar el sabor de las croquetas.
Preparamos la bechamel: derretimos la mantequilla en una cacerola y añadimos la harina, removiendo con una cucharada de madera, o unas varillas, durante un par de minutos, teniendo cuidado de que no se pegue, y añadimos la leche muy poco a poco, según vamos viendo que es absorbida por la pasta que se va formando, todo esto sin dejar de remover, si utilizamos las varillas, es más probable, que no se formen grumos.
Durante este proceso, que debe ser suave, tenemos que vigilar la temperatura del fuego, y bajarlo, o subirlo, cuando sea necesario.
Cuando ya estén todos los ingredientes juntos, seguimos removiendo, hasta que veamos que la bechamel, se despegue de las paredes de la cazuela suavemente.
Para finalizar, añadimos, la carne de pollo, y la cebolla sofrita, añadimos la sal, y si nos gusta la nuez moscada y la pimienta y lo ligamos todo.
Lo pasamos a una bandeja, no muy alta, y lo cubrimos, dejando que la masa pueda respirar,si lo hacemos, con film trasparente, podemos pincharlo un poco, lo dejamos +- 8 horas en el refrigerador.
Mientras tanto, batimos los huevos en un plato hondo y ponemos en otro el pan rallado. Con la ayuda de una cuchara cogemos porciones de la masa de croquetas y les damos la forma, pasamos las croquetas por pan rallado, luego por huevo, y de nuevo pan rallado.
Preparamos la sartén o freidora, con aceite (175 ° C), no debe humear, friamos unas 6 croquetas juntas, para poder darles bien la vuelta, alguna mas si lo hacemos en la freidora y... ¡buen provecho!