Las mejores recetas de croquetas

Croquetas de champiñones, chorizo y queso Cheddar

Esta receta es una variación de las clásicas croquetas de queso y jamón, sustituyendo el jamón por chorizo y añadiendo los champiñones. Es un claro ejemplo de lo versátiles que pueden ser las croquetas. Dan margen para jugar con los ingredientes, y eso haremos hoy.

El queso que usemos puede ser otro, según el gusto de cada uno, pero ¿Chéddar? ¿Qué queso es ese? Es un queso ingles de intenso sabor, que proviene del valle de Cheddar, en el condado de Somerset Inglaterra. Según parece fue introducido por los monjes ingleses cistercienses.

Croquetas de champiñones, chorizo y queso Cheddar

El color puede ser amarillo pálido hasta amarillo oscuro o anaranjado. Como en muchos quesos, se suele añadir algún colorante natural. En este caso es el achicote, una planta tropical.

Aunque quizás pienses que no conoces este queso, lo habrás tomado sin saberlo ya que es el ingrediente más frecuente que acompaña a las hamburguesas de los restaurantes de comida rápida. Pero hoy lo usaremos en nuestra receta de croquetas.

Ingredientes

  • 250 g de champiñones mejor si son pequeños
  • 2 chalotas.
  • 60 g de chorizo.
  • 60 g de queso cheddar.
  • 30 g de mantequilla.
  • 30 g de harina.
  • 20 cl de caldo.
  • Harina para freír.
  • 2 huevos.
  • Pan rallado.
  • Aceite para freír.

Cómo se prepara:

Comenzamos limpiando y picando la cebolla. También limpiamos a fondo los champiñones, quitándo la parte baja del tallo y los cortamos en laminas. Si son muy grandes podemos cortarlos en trozos.

Preparamos el chorizo cortándolo en pedazos pequeños. Recordad que estamos haciendo croquetas y los trozos no deben ser grandes.

Ponemos en una sartén una cucharada de mantequilla o si lo preferimos de aceite. Comenzamos a sofreír la cebolla. Ya sabéis que lo hacemos a temperatura baja. Cuando esté tomando un poco de color añadimos los champiñones y dejamos que se hagan por unos 5 minutos. No deben quedar excesivamente caldosos por lo que si es necesario aumentamos la temperatura. Ahora añadimos el chorizo troceado y revolvemos bien.

Echamos la mantequilla restante. Se puede usar aceite pero a mi me gusta más la mantequilla. Creo que absorbe mejor la harina que añadiremos a continuación. Si la tamizamos según la echamos, al ser tan ligera formara menos grumos.
Removemos bien y dejamos que se cocine por unos minutos, removiendo, para que no se pegue a la sartén. Vertemos el caldo y removemos.

Como veis, estas croquetas son diferentes ya que la bechamel se hace con caldo en lugar de con leche. Es el queso, que añadiremos después, el que aporta la cremosidad en lugar de la leche.

Mezclamos todo bien y dejamos espesar a fuego lento. Cuando ya se ha formado la crema, fuera del fuego, agregamos el queso rallado y lo vamos removiendo para ligarlo bien y sazonamos al gusto.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente y reservamos en el frigorífico durante 1 hora.

A continuación pasamos a hacer las croquetas. Les podemos dar forma redonda e incluso podemos cortarlas en cuadraditos, se rebozan primero en harina, luego en el huevo batido y finalmente en el pan rallado.

Sólo nos queda freír las croquetas para poder disfrutar de ellas.